El omegaverso de NO HAY DIOS EN EL EDÉN

No hay ninguna duda que el BL se ha convertido en uno de los géneros del manga que más seguidores gana día tras día en España. Parte de su popularidad se debe a la llegada del omegaverse en los últimos años, un subgénero ofrece a los lectores una emocionante combinación de romance, fantasía y drama.
Sumergirse en el omegaverse significa entrar en un universo con sus propias reglas, basado en una jerarquía de clases distintiva - compuesta por los alfa, los beta y los omega. Los alfa son socialmente (y en algunas interpretaciones, incluso biológicamente) dominantes, físicamente robustos, de temperamento fuerte y líderes naturales. Los beta pueden ser seres humanos regulares, tener una mezcla de rasgos alfa y omega, o tener rasgos únicos propios. Los omega, por otro lado, son sumisos y gentiles, calmados y pacíficos, actuando como mediadores en situaciones conflictivas.
Centrándose en las relaciones entre alfas y omegas (inevitablemente atraídos unos a otros), ofrecen un componente fantástico que invita a dejarse llevar por la historia.Cualquiera con un poco de conocimiento de ciencias naturales se habrá dado cuenta que esta clasificación está inspirada en el reino animal, especialmente en las dinámicas de las manadas de lobos – trayendo así una visión única al mundo del BL.
El omegaverse se entiende mejor sabiendo que tiene su origen en fan-fictions de series como Teen Wolf o Supernatural, y que el subgénero ha evolucionado y se ha hecho viral dentro del manga con pequeños ajustes adaptados al mundo del Boys Love.¡Pero hay más! Otra de las características por las que destacan las historias del omegaverse es por sus épocas de celo y por la posibilidad de que personajes masculinos conciban hijos, rompiendo convenciones y dejando un espacio mayor a la imaginación.
En vez de casarse, los alfa y los omega se “anudan” uno al otro formando un lazo, mordiéndose en el cuello para compartir las feromonas y marcar a sus parejas. Ser pareja hace que un alfa y un omega sean inmunes a las feromonas de terceros. Hay muchas más reglas y la interpretación que cada autor hace de ellas les da un amplio margen de maniobra, así que ¡aún nos queda muchísimo por leer y descubrir!
“No hay dios en el Edén" de Yuma Ichinose es una obra perfecta para los que quieren adentrarse en este mundo (y para los que nunca pueden tener suficiente de ello), ya que narra la historia de los primeros alfas y omegas de la humanidad, marcando el comienzo del omegaverse.
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Un Boys Love Omegaverse. CONTENIDO SOLO PARA ADULTOS.
Nishio, que normalmente te pone de buen humor con su naturaleza vivaz, se ha sentido impotente toda la mañana. Cuando comienza a sentirse mareado en la clase de educación física, su compañero Takai quiere llevarlo a la enfermería. Pero incluso este camino está demasiado lejos para Nishio, por lo que los dos se detienen en un cobertizo para herramientas. De repente, un delicioso aroma confunde los sentidos de Takai.
Sorprendido, nota que Nishio entra en éxtasis, que también se contagia a él. Sin saber que están a punto de reescribir la historia de la humanidad, los dos jóvenes ceden a su lujuria... Emocionante y muy erótico: ¡Yuma Ichinose describe el comienzo del Omegaverso!
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