Cuarenta y ocho brazadas por minuto, ni una más ni una menos, técnica física y actitud mental a la vez. Para el nadador y aventurero Miquel Sunyer es un límite infranqueable. La clave que le permite resistir horas y horas en el mar, vencer la baja temperatura del agua, las corrientes, la fatiga, los miedos..., y, finalmente, conseguir el objetivo: llegar al otro lado del océano.
Fascinado...