En los poemas de José Emilio Pacheco, escribió Octavio Paz, se exalta la victoria de la naturaleza sobre la cultura y al exaltarla la transfigura, la convierte en palabra.
En Pompeya, en las ruinas que dejó el Vesubio, quedó en pie un muro con un poema inscrito: «Nada es eterno. / Brillan los soles y en el mar se hunden. / Arde la Luna y se desvanece más tarde. / La pasión de amor / Se...