Paganini fue un violinista con un don tan grande que toda su vida tuvo que despejar los rumores de que había vendido su alma al diablo. Sin embargo, lo cierto es que su maestría tenía mucho que ver con su ADN, pues padecía un trastorno genético que lo había dotado de unos dedos monstruosamente flexibles, el conocido como pulgar del violinista.
¿Estuvo la raza humana a punto de...