Esta novela recupera facetas desconocidas de la reina que, pese a sus equivocaciones y sus deslices, fue una mujer adelantada a su tiempo
«La reina me pareció atractiva. Irradiaba majestuosidad; pensé que aunque hubiera ocupado un lugar anónimo en el teatro su porte la delataría. Confieso que yo la miraba con cierta predisposición morbosa. ¡Se decían tantas cosas de la reina! La prensa...