Justicia poética es la primera novela de Mamen Monsoriu. Una mezcla entre narrativa y poesía que ahonda en cómo algo inesperado puede provocar un cambio radical en tu vida (y llegar a desbaratar todos tus sueños por algo que, crees, merece aún más la pena). Raquel (Rey para los amigos), acaba de ganar el Premio Nacional de Poesía Joven. Y, no solo eso, su nuevo poemario, Madrid, está siendo todo un éxito de ventas. La obra trata sobre una ruptura que sufrió cuando su exnovio, Biel, la dejó y se fue a vivir a Madrid por trabajo. Rey necesitó años de terapia para superarlo y transformó todos sus sentimientos en poesía. La vida de Rey está estabilizada: tiene un buen trabajo y la promoción de su nuevo libro la llevará por toda España y parte de Latinoamérica; un sueño cumplido. Un fantasma del pasado reaparece, Biel, y planta una semilla no buscada por la que, a causa de la falta de comunicación, podría deshacer los planes que ambos tenían más que confirmados para un futuro muy cercano. Mientras leía la novela me he llegado a plantear algunas cosas, como, por ejemplo: ¿el hecho de tener un hijo no previsto (y me pongo en la situación del padre) implica tener que dejarlo todo (tus sueños, tus oportunidades…) porque moralmente es lo correcto? Quizá al ser hombre (y sin, yo, ningún plan de tener hijos ni ahora ni nunca) he empatizado medianamente con Biel que, antes de saber que va a ser padre, recibe una noticia que lleva esperando años: promocionar en el trabajo y ascender a un puesto, en el extranjero, y gracias al cual mejoraría mucho su calidad de vida. ¿Debe renunciar a ello si la madre decide tenerlo o aceptaríamos el llegar a un acuerdo económico para ayudar a mantener al niño el tiempo que sea necesario? Rey está enamorada. Ha creado alrededor de ella una fantasía, no solo por el éxito de su libro, sino por la llegada del niño y la posibilidad de que Biel vuelva a su lado y poder ser una familia ellos tres, en Valencia. La indecisión por abortar, no ya por el padre, sino por ella misma y su carrera como escritora, ponen a Rey entre la espada y la pared. Y es esa fantasía, y la falta de comunicación entre ambos, lo que provoca el avance de los acontecimientos personales para uno y para otro, pensando que todo se resolverá igual que en sus mejores sueños, sin tener en cuenta los sentimientos del otro. La salud mental juega un papel muy importante en la novela. Rey es psicóloga en un hospital, pero ella misma va a una terapeuta, ya que los psicólogos no se deberían autodiagnosticar y necesitan que otros profesionales también los escuchen. Esto realza la necesidad de contar nuestros problemas y recibir opiniones y consejos externos. En el caso de Rey, la ira hubiera hecho estallar por los aires su relación con Biel, pero el hecho de pensar mejor en la situación de ambos ayudará a no actuar de forma precipitada. La novela tiene un final inesperado que te hará reflexionar sobre la toma de decisiones, lo que la sociedad espera de nosotros y lo que nosotros deberíamos esperar de nosotros mismos. En definitiva, podríamos clasificar Justifica poétrica como una novela llena de poesía, con tintes de ensayo sobre sociología y una historia de amor que viene y va por los sueños que todos buscamos cumplir.