Dos partes, claramente diferenciadas, componen esta histórica leyenda de amor entre unos ojos viriles verde mar y los negros acuosos de la dama.
En la primera parte del relato, un narrador en primera persona va desgranando con un tono intimista, que tiene sabor a confidencia, la presentación, el nudo y el desenlace. La segunda parte la conforman las apostillas que...