(Bogotá, 2009). Desde chiquito vive en una vereda de un pueblo de tierra caliente en Colombia. Allá se enamoró de los árboles frutales, los animales silvestres y los ríos. Por eso, hoy es animalista y activista en defensa de la vida, lo que lo llevó a fundar el movimiento de niñas, niños y jóvenes Guardianes por la Vida.
En 2019 fue nombrado Embajador de Buena Voluntad de la Delegación de la Unión Europea en Colombia.
Gracias a su amor por el planeta, ha llevado a cabo acciones locales, nacionales e internacionales en temas como la prohibición del testeo en animales y del plástico de un solo uso, el fracking y la declaratoria de la emergencia climática. Con el proyecto “Educación ambiental es educación para la vida” ha dado charlas en más de doscientos colegios de Colombia y Latinoamérica.
Tiene un gato llamado Foucault. Le gusta pasar el tiempo jugando Minecraft y leyendo libros de Geografía e Historia, temas que son su pasión y de los cuales hace lives en su cuenta de Instagram.
Y, por encima de todo, es un ciudadano optimista.